QUITO.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció que su país atraviesa una situación muy difícil y apeló a la complementariedad y la solidaridad de América latina para enfrentarla, luego de que el parlamento le rechazara un decreto de emergencia económica y pusiera en marcha un mecanismo para revisar la designación de jueces.

A esa situación, se sumaron tres informes de ONG internacionales que cuestionaran severamente la situación de los derechos humanos y la corrupción en la nación caribeña. “Venezuela está en una situación muy difícil; vengo a sostener un conjunto de reuniones con países hermanos, presidentes hermanos”, dijo Maduro en Quito, antes de que comenzara la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Maduro enfrenta una prolongada y creciente crisis económica, a la que se sumó un conflicto de poderes desde comienzos de este mes, cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) opositora pasó a controlar la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).

De hecho, la Asamblea anuló la semana pasada el decreto de emergencia económica que Maduro había emitido pocos días antes y con el que pretendía disponer de poderes especiales para adoptar diversas medidas, entre ellas un eventual corralito bancario.

El parlamento sancionó una resolución que declara al país en estado de“crisis humanitaria de salud, a raíz del desabastecimiento de medicamentos, equipos e insumos médicos, y al deterioro de la infraestructura pública. El desabastecimiento fue estimado entre 65% y 80%, respectivamente. Asimismo, la Asamblea designó a siete diputados para integrar la comisión especial que revisará la designación de 34 jueces (13 titulares y 21 suplentes) del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en diciembre pasado por parte de la anterior mayoría legislativa chavista. (Télam)